Cuan estúpido llega a ser el hombre,
cuan estúpida puede ser una persona.
No es la primera vez que lo veo, pero ha
sido el culmen para mi mente ver algo tan bizarro como una lección de la
falsedad del hombre, de su necesidad por la violencia y de su completo egoísmo.
Cuando ves a alguien que trasgiversa lo
que ves para sacar provecho, decimos que esta alienando nuestra mente. Pero
¿qué decimos cuando alguien nos muestra como alienan nuestras mentes para sacar
provecho?
Partamos,
pues, de un hombre egoísta por naturaleza. Estando de acuerdo con esa idea, no
comparto la idea de una sociedad egoísta. El defecto como siempre está en la
educación, si esa que nos están desvalijando. Actualmente vivimos en una
sociedad altamente competitiva. Donde el mayor exponente de esa competitividad
nace en nuestras escuelas, nace en la necesidad de ser evaluados y no educados
y pervive en la base del capitalismo, el dinero y su capacidad de comprar lo
mejor.
Pero ¿qué pasaría? Si de pronto en vez de educar en la
competencia, se educase en la eficacia, en la necesidad de complacer lo que se
te requiere dentro de tu capacidad profesional. No se vería ese egoísmo
impuesto por el poder y su dinero desvirtuado y ocasionalmente aborrecido y
destruido.
Pero
centrándonos en el tema que me ocupa ¿qué es lo que hacen para evitar ese
proceso?
Pues
referenciando a los magníficos guionistas de Los Simpson utilizan tres métodos
“subliminal, liminal y supraliminal”.
Los dos primeros los cubren fácilmente con el uso de melodías y de
saturación mediante la imagen. Pero es este último el que nos atañe, pues
alimentan sus enfermedades hasta llevarlas al absurdo, dejándonos con un
mensaje demoledor sobre la voracidad humana y quedándonos con la sensación de
no poder luchar contra ese egoísmo que pareciere ser innato al ser humano.
Es aquí donde entra el concepto de contralienación,
es decir llevar al absurdo la idea de que nuestras mentes sean corruptibles,
hasta que no creamos que nuestra mente se ha corrompido, si no que nacemos así
malvado y competitivos.
Por lo que, a modo de conclusión, hemos de tachar la
primera de mis ideas aceptadas en este texto, el hombre no es egoísta. El
hombre se cree egoísta, debido a los actos observados en la historia y que son
elegidos y representados por un sistema que quiere que te veas egoísta.
Quizás si, quizás nos han envenenado el entendimiento desde siempre...
ResponderEliminarY qué hacemos ahora?
No lo sé.
Saludos.
Mejor saca otra botella
ResponderEliminarTe noto muy reflexivo :)
ResponderEliminarCreo que es la primera vez que leo en tu blog un artículo de opinión ( no digo que no existan más)
Como bien dices es cuestión de educación, del legado que llevamos en nuestra consciencia
Un abrazo
Somos contradictorios Sergio, por naturaleza nos liamos intentando encontrar esa esencia, esa respuesta, esa no-alineación y créeme haciéndolo nos entendemos - aunque no siempre-
ResponderEliminarTe dejo mis cariños
NiNa
Por desgracia los valores que hoy se imparten son los que nombras... Pero lo peor es que .. personas que si nos hemos educado de otro modo también están cambiando.. y se suben al carro pisando a quien sea para conseguirlo..
ResponderEliminarTe dejo un enorme y cálido abrazo
El hombre tiene una base egoísta, proveniente de su parte instintiva y animal para sobrevivir.
ResponderEliminarLamentablemente a medida que su cerebro evolucionó en lo que somos hoy, seres racionales, también se multiplicaron otras "necesidades" (alimentadas por el sistema en el que vivimos), y el ser humano está más que nunca -creo- centrado en sí mismo y en satisfacer sus deseos, en muchos casos a costa de lo que sea.
Gracias por la visita, Sergio y un gran saludo.
¡Ostia! pensaba que me había equivocado de blog.
ResponderEliminarCoñas aparte, me parece una reflexión muy sesuda la que nos has brindado. La educación, querido amigo, es el software que nos implantan cuando nuestro disco duro está vacío. Mejor dicho, esa es la educación colectiva, la que refleja los valores que otros creen imprescindibles para que comulgues con su causa. Esa que nuestros queridos legisladores se encargan de modificar cada vez que tocan poder, en aras de crear generaciones de fieles y aborregados a la causa, a la que interese en cada momento. Esa que según quien lo dice permite que la historia se cambie para mayor gloria de autonomías o países.
Al final, hay que buscar la simplicidad, la esencia. Y la esencia es la persona, una e indivisible que piensa por si misma y rechaza garn parte de lo que le han intentado "vender"
Abrazos