Solitaria penumbra que por la vía me guía.
No digas, que la siniestra sombra que persigo
Es la futura imagen del tiempo, del destino.
No quiero saber que tiza pinta mi vida.
Salir de tus garras, escaparme de esta línea.
Desligar del destino de tu reino a mi cuerpo,
Buscando el nuevo reino. Donde hallar una princesa,
En la que podré esparcir todos mis pensamientos.
Huiré de la oscura senda, perdiendo el sentido,
Esparciendo mis sesos en cualquier arbolada
Por beber, para refinarlos, de ginebra ríos.
Juntando en mi, el valor para escribir a la nada.
La oscura letanía de verborrea alcohólica
Que encadena mi reflejo en su espíritu efímero.
Plasmándose en esta hoja blanca y solidaría
Evitan perderse los sollozos de mis credos.
Es por eso que en esta hoja solidaría y blanca
Describo todas mis derrotas y mis torpezas.
Dejando constancia de mí fuga, a mi monarca.
Dejando constancia de mí fuga, en este poema.
(Foto sacada de internet)
Los poemas como testigos insobornables de todo lo que sentimos...
ResponderEliminarSaludos.
Una una blanca cuenta más de lo que oculta.
ResponderEliminarAbrazos alados, Sergio!
Quien escribe, se convierte en inmortal.
ResponderEliminarSigue siendo inmortal.
UN TEXTO DE ESCAPE. UN PLACER VISITAR SU ESPACIO.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Me apasiona escribir sobre la hoja en blanco, porque luego deja de estarlo y todo tiene sentido.
ResponderEliminarEn una hoja en blanco vamos pintando con nuestras letras nuestros sueños, ilusiones rotas y lluvias de lágrimas.
ResponderEliminarUn beso.
Un placer pasear entre tus letras amigo.
ResponderEliminarBuen poema
Las princesas son caprichosas!!! Búscate a una republicana! jaja! Bellas palabras sr.poeta del ático!
ResponderEliminarSeguro que hay muchas princesas locas por tí, porque eres un príncipe encantandor y poeta genial. Besos.
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