Terapias cerebrales en contra la locura.
Charlas de moralidad, que sanan mi mirada.
Encarcelamiento involuntario que te calma.
Golpes eléctricos, con los que hacer la sutura.
Encerrado y drogado, he sanado a tu espanto.
Libre de nuevo en un mundo que no conozco.
Depresivo me dicen, porque me he estancado,
Psicótico si lo que hago es no seguir su todo.
Me encierran porque no se comprende mi postura,
Porque no le temo a la nada, por no ir en manada.
En definitiva por no vivir en una tumba.
Lo que les enfurece, es que no viva asustado,
Por sus gobiernos de dolor, donde ya no hay color
que de vida a este mundo, donde no quedan locos.
Mejor loco que mal acompañado;)
ResponderEliminarHas dado en el clavo.
ResponderEliminarQuieren que vivamos asustados y cuando no lo logran quieren aniquilarnos.
Saludos.
Un poema realista que sólo los cuerdos son capaces de escribir.
ResponderEliminarLa locura es la verdadera cordura. Buen trabajo, amigo poeta.
Un abrazo, Ann@
A mi no me atrapan ni con sus juegos malabares, ni con magia potagia
ResponderEliminarCree el cuerdo que no es loco más el loco que reconoce su locura es más cuerdo que aquel que la censura
Un abrazo loco
:)
La locura es un distinto punto de vista. Saludos
ResponderEliminarLocos... nos van a volver locos con tanta oscuridad que nos ciega.
ResponderEliminarUn beso.
Nada mejor que la risa enloquecida para sanarnos de este mundo tan enfermo! besos!
ResponderEliminarQuién es capaz de discernir entre la cordura más racional y la locura más absurda. Cuando nos salimos del mapa nos tratan de locos. Mejor loco que mal acompañado
ResponderEliminarTe dejo mis cariños
Este no me lo enseñaste, mamón. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarLa locura es una e las pocas opciones que nos quedan para ser individuales.
ResponderEliminarMe has recordado a la serie American Jorror Jistori
Saludos