En la idea de mi pensamiento
Se esconde la conciencia.
Aunque me hace parecer terco.
Reflejo de
inocencia.
La idea condicionada,
Nunca fue la obtenida
Por la experiencia de mis pruebas.
Rehusé su
innegable verdad.
La entrada hacia el conocimiento,
Fue conocer a mi realidad.
Encontré mis
propios objetos.
Pude yo entonces verla,
Recupere la tierra,
Pude
comprender mi alma.
(Imagen sacada de internet)
El ser humano nace con un defecto de serie, y es que sus ojos sólo consiguen ver de cuerpo para afuera; y es curioso que cuando los cerramos es cuando podemos ver quiénes y cómo somos.
ResponderEliminarO k ase
EliminarPues entonces tienes mucho ganado.
ResponderEliminarHay quien no la comprende jamás.
Saludos.
Que bueno haberlo logrado Sergio.
ResponderEliminarSaludos
Muy Kant!!! Es el sujeto quien condiciona al objeto! Somos nosotros quienes tenemos el control sobre nuestras vidas y no el destino! besos!
ResponderEliminarCuando comprendemos lo que realmente somos ,es cuando hemos alcanzado a libertad.
ResponderEliminarMe encantó,Sergio.
Besos.
Coincido con Toro
ResponderEliminarYo no me encuentro, me suelo perder en el intento
:)
Un abrazo ¿Terco?
Comprender el alma adentro del pulso del terror.
ResponderEliminarDime cómo te fue y después regrésame en silencio, Sergio.
Un poema actual con un poso entrañable que la encumbra. Eres un clásico tan joven que me agrada tenerte cerca y aprender de tu inocencia-madurez.
ResponderEliminarGracias por compartir tus ideas, amigo. Ann@