viernes, 11 de julio de 2014

Estanque de lágrimas


El dolor que surge en la desesperación
De no descifrar dónde te encuentras.
El dolor de encontrarte ahogado y perdido
En el insondable estanque de paz
Que creaste para encontrar
La calma en lo irracional.

Pero este reposo bruscamente partió.
La realidad estaba de vuelta,
Con sus desoladoras verdades me hirió.
Renace el demonio de tierra
En que mi cuerpo habita
Desplomado en una esquina.

Ahora es cuando despierta mi propia reacción,
Se eleva por sí misma en la cresta
De la ola más alta para alcanzar su destino.
Será aquí donde reescriba su verdad.
En ese mar de las lágrimas

Donde el cielo copar.


5 comentarios:

  1. La paz ( la calma) a veces nos resulta terriblemente insoportable

    besos

    ResponderEliminar
  2. Nuestros demonios siempre renacen.
    Están siempre atentos.
    Y a la mínima nos atacan sin piedad.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. Doler duele, pero luego, con el tiempo las heridas sanan, y nos hacen fuertes.

    Abrazos :)

    ResponderEliminar
  4. no hay estanque que no refleje aquello que oculto deseamos, todo estanque termina por delatar y rebasar su agua y lavarnos

    buen fin de semana Sergio

    ResponderEliminar
  5. Tus poesías son tan buenas como clasicistas... Me gustan- Abrazos

    ResponderEliminar