ENMASCARADO EN LA IMAGEN MAS HILARANTE

PAYASO DE POR VIDA

Vuelve a mi cuerpo el dolor,

y siento la frustración,

mis metas sin el color,

perdí la imaginación.

De mi cuerpo perdido,

hizó un ente soso.

¿Y por qué así lo realizó?

¿Por qué a mí me hizo mohoso?

¿Acaso era lo preciso?

¿Debí echar al coloso?

¿El roto me protegió?

¿O de mí salvo un trozo?

Aun no saldré del pozo,

pues mi vida arruinó,

pero crearé otro solo,

para huir del cementerio.

En buen lio me metió,

cayó el último bolo.

Llegando ya ha estar loco,

pero el cuerpo se rehízo,

con conexiones de oro,

de nuevo soy un mico.

Abocado al nihilismo,

de nuevo huir del coto.

PAYASO SIN IMAGEN

Quiero constatar, que mi cabeza se fue a volar.

Al quitar aquella pieza, el mundo fue derruido,

cayendo sobre mí, inconscientemente, cual gota,

demudando la sapiencia de la hueca, sin ruido.

Fue tan dura caída, que a la locura me llevo,

el camino conocido por ello se me negó, 

perdido en el abismo de la oscura soledad,

encontraré una nueva meta, en busca de mi verdad.

Abriendo un camino apto para nueva sociedad,

abierto con la diversión, sin ningún Corán,

abierto por el amor a todo lo efímero.

Mi mente lo fue creando, mientras estuve huido.

Cuando volví me transformo en payaso de suelo,

que atraía la gente  hacia la locura sin demora.

Un payaso ya sin imagen y aturdido,

enmascarado con su papel de mensajero.

Un payaso sin imagen y poco lucido,

que perpetúa su máscara y verdad con la edad.

Payaso sin imagen, muerto por rendir su honra.

Payaso sin imagen, que anhela la libertad.