Parece que va a llover,
por lo que la tormenta aun no ha arreciado,
resguárdate en otro ente,
que no se diluya, lo más preciado.
Arrastra hacia ti lo que el agua te trae,
consigue asimilarlo,
para de nuevo darlo.
Ya mejorada, ¡suéltate!,
deja que el agua arrastre tu semilla,
de tu cuerpo libérate,
sal para que te beban las astillas.
Reconstruye lo que ante ti deambula,
cambia el mundo al completo,
transforma el mensaje de la farándula,
derriba los gobiernos.
Que tras la gran tormenta,
disuelto completamente tu cuerpo,
tu semilla, repuesta
creará un grandioso y majestuoso huerto.
Con el que alimentar al nuevo mundo,
donándole tu sangre,
para que el día que celebren tu luto,
con la fuerza que en ti arde,
se levanten contra todos los muros,
derriben la incultura y alardes,
de este mundo de tunos,
que se ríen de los mares.
Ya encontrada la calma,
por la fuerza la espada,
nacida de tu cuerpo, hecho simiente.
Nacerá esplendoroso el nuevo orden,
donde tus deseos cumples,
renacerás como preciosas flores,
e inalcanzables cumbres.
Tu cuerpo otra vez libre,
vera la creación de esa fiera tormenta,
que al viejo mundo enviste,
y acaba con su tortura lenta.
Mientras, crece en un hermoso jardín,
de tu semilla, un sólido,
en el que tu mente sea el carmín
que da belleza al nido.
Eliminado el censor,
por la tormenta de tu mente inquieta,
serás libre al detector,
que impide que expreses todas tus ideas.
He disfrutado mucho de tu poema.
ResponderEliminarEs de una riqueza deslumbrante.
Saludos.
gracias, y mas proviniendo de un verdadero artista como tu eres
ResponderEliminarEs una riada muy hermosa tu composición, un caudal de sueños y esperanzas.
ResponderEliminarAbrazos alados Sergio, y gracias por tu visita a mi morada.
Me quedo a seguirte, con tu permiso.
gracias por seguirme es un placer que alguien con tanto talento me siga
ResponderEliminar