martes, 28 de mayo de 2013

Entes paralelos


Es tiempo de regurgitar los principios de los que hacemos gala.
Es tiempo de imponer nuestro pensamiento sobre el que impone el suyo.
Es tiempo de levantarnos, mirar la desolación del mundo y gobernarlo.
El abatimiento y el miedo ahora deben de ser compañeros, agarremos todos y cada uno de nuestros objetivos y no los soltemos.
Ha llegado el momento de demostrar nuestra capacidad de observación, pero también de nuestro deber de acción. Somos dueños de nuestra realidad, es decir, si cada persona observa un universo diferente, porque no podemos desmontarlo y reconstruirlo a gusto de nuestros ojos. La realidad es que todo lo que observamos simplemente son partículas que saltan de un lugar a otro, siendo el acto de mirarlas suficiente para cambiarlas de posición. Es aquí donde entra la gran capacidad del ser humano, la capacidad de vivir en un universo único, la capacidad de regir ese universo. Es por eso que no hay tiempo para la depresión ni la desgana, es por lo que hay que prepararse, conseguir controlar las partículas y hacer que se muevan en el orden que tú predispongas.

Ahora bien, podrás decirme, que no somos capaces de cambiar la realidad, que solo es nuestra presencia la que la altera. Es por eso que nuestra presencia ha de ser aumentada o disminuida en el orden de nuestras necesidades. Por lo tanto un aumento del grado de acción y capacidad en determinada tarea, ha de ser capaz de llevar al ser humano a lograr su objetivo. Para esto como siempre necesitamos trabajo duro, un trabajo basado en la comprensión espiritual, mental y física del objetivo planteado.

Por esta razón hemos de comprender que el ser humano está capacitado para alterar su universo particular y el comunal, ya que si centra sus objetivos en funciones sociales estas contribuirán a una alteración en el universo del ente que allí circunde. Siendo por tanto evidente que nuestro universo ya estaba alterado de partida y por tanto inherente a la condición humana rebelarse contra ese condicionamiento.

¿Pero cómo uno evita que se altere su realidad sin sucumbir al enclaustramiento?
Primero de todo que es imposible no alterar ni ser alterado. Pero es posible disminuir el grado de alteración si se eliminan las aglomeraciones de pensamiento. Si se evita que millares de entes sean dirigidos por el pensamiento único de otro, no solo evitaremos la alteración provocada a todos esos entes, sino que aparecerán tantas realidades diversas que solo podrán tender al colapso, impidiendo por tanto que estas se alteren unas a otras mientras entre ellas interaccionan.


Por lo tanto creando tanta diversidad de pensamiento como sea posible y enfrentando todos esos millares de modelos uno contra otro, conseguiremos evitar la aparición de un pensamiento único y la alteración de la realidad de cada ente. Al fin de esto sería posible la sociedad perfecta, ya que en cada cabeza residiría el gobierno del mundo, pero cada gobierno estará en continua confrontación contra el resto de pensamientos, provocando así el crecimiento de cada pensamiento y la verdadera libertad de acción del ente en su realidad paralela.

(Foto sacada de internet)

11 comentarios:

  1. Pero tanto pensamiento único en cada uno, y por tanto tanta alteración confrontada... ¿no desembocaría en un caos?

    ResponderEliminar
  2. Pensamiento crítico contra el rebaño sólo.
    Un saludo

    ResponderEliminar
  3. Me encantaría creer que es así...ojalá.
    Un beso!!

    ResponderEliminar
  4. Creo que has descrito a la perfección la antesala del caos. No creo que sea bueno el pensamiento único dirigido o impuesto, ni tampoco el pensamiento individual que puede conducir a la anarquía mas absoluta, ya que todos somos únicos, autodidactas y nuestro pensamiento no coincide con el de nadie más. Imagina como hacer que un barco se mantenga a flote si todos somos capitanes y marineros a la vez.
    Uf! Esto daría para muchas copas y horas de conversación
    En cualquier caso la entrada ha estado --nuda
    Me descubro

    ResponderEliminar
  5. Podemos cambiar nuestro destino, podemos llevar nuestro pensamiento en acción, podemos hacer cambiar la realidad de las cosas.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  6. Todo se altera por el mero hecho de la existencia del tiempo que nunca es imperecedero...

    Buen trabalenguas filosófico para que --cada uno-- lo interprete como quiera. Anna

    ResponderEliminar
  7. ¿Eso no es lo que ocurre ahora? ¿Caos?

    ResponderEliminar
  8. Eso es! viva la diversidad! Solo se aprende si hay diversidad... besos!

    ResponderEliminar
  9. Menudas dosis de respeto habría que tomar para eso de la potenciación del pensamiento individual por encima del colectivo, sobre todo cuando el colectivo se impone por intereses creados ¿eh?.
    Utópico lo tuyo. Por más que todos vayamos de librepensantes e individualistas, la realidad con su anestesia general se impone y ya lo ves, mucho bla, bla pero somos incapaces de enfrentarnos al poder que nos aborrega y ahí estamos, aguantando lo inaguantable y comiendo de los cubos de basura, sin fuerza para revolución alguna, cuanto menos para las del intelecto que son las únicas que podrían liberarnos.

    Ays Sergio que me enrollo más de la cuenta, todo para decirte que me gustó ese pensamiento ácrata y hasta quimérico. Quién pudiera crear sus propias realidades.

    Namasté.

    ResponderEliminar