Hoy he comprendido al verte
que todo aquello que a ti te oprime
es la consecuencia de lo que no eres.
Estancado en ente simple.
Que presumes de valiente,
hombre capaz de dominar mundos
que ni tus propios ojos pueden ver.
Estas atado a un nudo.
Un nudo que presiona la masa
de tu alienado cerebro.
Carente de tu propia alma
saliste a comprársela al vocero.
El cual no quiso cobrarte nada
por esa preciosa conciencia
que ahora tus ideas domina.
Pues se adueño también de tu cara.
Por esto, hoy comprendí al verte
que ya no eres dueño de tu vida.
Que esta reside en un voto inútil
que te impedirá relucir.
Es un voto que arropa al vocero.
Permitiendo que sesgue almas
Que al igual que tú han perdido
la agudeza de captar silbidos.
Por eso te grito y desfiguro.
Necesitaras ser libre
para tener pensamientos
con los que dar a tu vida riego.
Porque es necesario que despiertes
e ilumines a la nada
de la que saldrá tu mente.
Habrá de nuevo vida en la sala.
(Foto sacada de http://andresamparan.jimdo.com)
¿Verdad que sí? :)
ResponderEliminarBufffffff... Menudo escrito, Sergio. De quitarse el sombrero!!! Te aplaudo.
Besos.
Poesía desfibriladora
ResponderEliminarLo mejor del poema, en mi opinión, la primera estrofa.
ResponderEliminarAlienados, en mayor o menor medida, todos lo estamos aunque no queramos
El cuadro muy expresivo, pero me quedo con el de Munch
Te has quedado a gusto verdad?
ResponderEliminarEs un poema justiciero.
Saludos.
Estamos dormidos, aborregados, amodorrados... ¡despertemos y luchemos por lo que creamos sea justo!
ResponderEliminarUn beso.
Todos en algún momento permanecemos dormidos, bajo esa capa de nos altera la visión de la realidad, bajo el domino de las normas , incluso no escritas. A veces es necesario un empujoncito para despertar del letargo y ser uno mismo
ResponderEliminarUn abrazo
Leerlo y ver la realidad. Crudo pero cierto.
ResponderEliminarDesconozco la vocería, pero no puedo ser libre. O quizás no quiero, como bien tú dices.
ResponderEliminarUn abrazo Sergio.
Gritemos!
ResponderEliminarla libertad es una cuestión de actitud interna
ResponderEliminarpor más gritos que otros den
si el individuo es preso de sus miedos
simplemente califica como esclavo
desde el blog de Sarco vengo
salutos
¿Te has quedao afónico de tanto gritar?
ResponderEliminar:)
Un poema que nos hace pensar sobre ataduras, sobre si gritamos hacia el lado justo o el viento se lleva nuestra voz. Si realmente somos los timoneles de nuestra vida... algo que nos demanda cada vez más energías.
ResponderEliminarUn abrazo, Sergio.
Fueron los mosquitos los que te despertaron del letargo
ResponderEliminarGrita bien fuerte y alto, el eco de tu voz es la conciencia de la realidad
Besos y Muchos ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
Jorge,
ResponderEliminarMe gusta leerte porque eres una mente privilegiada... Dentro de tu juventud, existe un anciano que -sabio- conoce la vida. Lo demuestran el clasicismo de tus versos. Llenos de verdades que abofetean la cara.
Buen trabajo amigo. Un abrazo, Ann@
Ese bien tan ansiado
ResponderEliminarTe dejo mis cariños