Odio
el soporte.
Odio
la idea.
Odio
el intento.
Odio
la meta.
Odio
su importe.
Odio
que lo notes.
Odio
que no me cuentes.
Odio
no conocerte.
Odio
tu llave.
Odio
que no verte me mate.
Odio
toda esta espera.
Odio
pensar que lo consigo.
Odio
tener la certeza.
Odio
pender de un hilo.
Odio
el vértigo de su mirada.
Odio
pensar que pude hacerlo.
Odio
el miedo a verme capaz.
Odio
saber que me lo merezco.
Odio
sentirme inferior.
Odio
abuchear a lo que amo.
Odio
ser planta de interior.
Odio
que me pongan en ramo.
Odio
querer.
Odio
vencer.
Odio
mis inventos.
Odio
mis reflejos.
Odio
mis actos.
Odio
mi letargo.
Odio
el dolor.
Odio
mi malestar.
Odio
mi cabeza apresar.
Odio
no tener honor.
Odio
no ser caballero.
Odio
no tener llavero.
Odio
dejar mi vida pasar.
Odio
todo lo que pueda pensar.
Odio
escribir.
Odio
llorar.
Odio
percibir.
Odio
saber.
Odio
intuir.
Odio
que la gente sepa mi sentir.
Odio
que la gente me vea caer.
Odio
que la gente sepa mi verdad.
Odio
a la paranoia.
Odio
mi historia.
Odio
haber amado.
Odio
tener que haber olvidado.
Odio
sostener.
Odio
ver el amanecer.
Odio
estar despierto.
Odio
no poder dormir.
Odio
no ser liberto.
Odio
a lo que llaman vivir.
Gracias por la anotación en tu blog,Sergio.Ahora lo comprendo mejor.
ResponderEliminarMillones de gracias.
Somos compañeros de equipo.
Besos.
Odio no haber pasado más antes por aquí, para deleitarme con de tus bellos versos, pero nunca es tarde.
ResponderEliminarBesos de mariposa, Sergio.