Me
dijiste, que no tenía coraje
para
ser una persona
que
se oponga a la luna.
Me
dijiste que era demasiado tarde
para
volverte loca,
para
descifrar runas.
Me dijiste que aquel bosque que
apagué,
floreció hasta las copas.
Tu
acción no quedo nula.
Me dijiste que usase mi propio
arte,
Para ser supernova,
orientarme
a la cuna.
Yo te dije que no era el amo de
mi carne.
Que ella se dirigía sola
Camino
de la tumba.
Sabes, si alguien me preguntara alguna vez si he leído un poema de SODIO, sin duda elegiría este que has escrito.
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