Cuando la vida se acaba,
Tras cerrar tantas heridas.
Cuando es una hemorragia interna
La que se adueña de tu alma.
Cuando se acaban las rimas
Y solo ves una gran mancha,
Que se adueña de tu nada,
Que te cierra todas las vías
De escape, que tú ahora anhelas.
Cuando despiertas sin cara,
Sin expresión o sin gracia.
Te ves abocado a verla.
Tu alma te elevará en la rampa
Donde converge la ría
En la que tú eres pasajera.
Cuando tu mente es altiva,
Te crees dueño de la clara
Y reluciente energía
Que solo posee la parca.
Ahora ella me llama a la puerta.
Cuando al final este en calma.
Vacía mi cabeza de la ira,
Limpiare todas mis taras,
Mi mente estará lucida.